Psicoterapia - Ibiza y online

- ¿Consideras importante conocerte mejor a ti mismo?
- ¿Te gustaría aprender a mejorar tus relaciones?
- ¿Echas en falta un espacio donde expresarte con libertad y que te permita aprender a gestionar tus emociones?
- ¿Deseas desarrollar nuevas herramientas para afrontar ciertos problemas o tomar decisiones importantes?
Tal vez la terapia individual sea el espacio que necesitas.
La vida no es un camino de baldosas amarillas...
Hay episodios en la vida que son inevitables, que nos pueden generar mucho dolor y sufrimiento, así como obstáculos y desafíos que se interponen en el camino hacia nuestros objetivos.
Las personas estamos intrísecamente diseñadas para buscar el bienestar y evitar el disconfort. Sin embargo, el sufrimiento es una parte natural de la experiencia humana y es probable que a lo largo de nuestra vida nos toque afrontar numerosos períodos de dificultad (muchos de ellos injustos, sobre los que no tendremos responsabilidad, y muchos otros fruto de nuestras propias acciones).
No podemos evitar que cosas desagradables o difíciles nos sucedan (al menos no en su totalidad). Sin embargo, podemos transitar estas dificultades y superarlas estando acompañados, a la vez que desarrollamos herramientas que nos permitan seguir avanzando hacia una vida más consciente, autónoma y con significado.
Creo firmemente que todas las personas tenemos los recursos para sanar nuestras heridas y resolver nuestros problemas, sólo necesitamos las condiciones idóneas para desarrollarlos. La terapia es el espacio donde esas condiciones se crean. El terapeuta es quien cuida ese espacio de confidencialidad y confianza, quien acompaña el descubrimiento de esos recursos.
¿Cuándo ir al Psicólogo?
- ¿Necesito ir al psicólogo? Quizá puedo gestionarlo yo solo…
- ¿Estoy realmente tan mal?... ¿Será que estoy exagerando?...
- Tal vez lo mío no tiene arreglo…
- Siento que me falta “algo” ¿podría ser de ayuda ir al psicólogo?...
Lucas Narambuena - Psicólogo Clínico
- Licenciado en Psicología - Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
- Especialización en Neurociencia Social Cognitiva - Universidad de Guadalajara (México)
- Máster Integrado en Psicología - Universidad de Coimbra (Portugal)
- Terapeuta Familiar Sistémico - Centro Redes (Murcia)
- Terapeuta Sistémico-Relacional - IEFCoS Roma (Italia)
- Terapeuta en procesos de pérdida y duelo - Centro Redes (Murcia)
- Especialista en Psicología Clínica a través del sistema de PIR en Hospital Vega Baja (Alicante)
- Psicólogo Clínico en Servicio de Salud Mental del Hospital Can Misses (Ibiza y Formentera)
- Experto en prácticas de Diálogo Abierto para salud mental (Alcalá de Henares, Almería, Madrid)
Ir al psicólogo no siempre es una decisión fácil. Implica mucha valentía, ya que supone reconocer una dificultad y ponernos en un lugar de vulnerabilidad, lo cual resulta incómodo para la mayoría de las personas (¿Cómo no va serlo? ¡Estás contándole tu vida a un desconocido!).
Tal vez no sepas bien en qué consiste una terapia, de qué manera se trabaja, puede asustarte la idea de que te lleve años de tratamiento, gastarte mucho dinero, que no sea efectiva, que tengas que hablar de temas que no te apetece.
Nadie debería decirte si tienes que ir o no a un psicólogo (tampoco un psicólogo). Es una decisión personal que debe tomarse desde un lugar de absoluta libertad. Esto no quiere decir que tengas que estar completamente convencido, pero sí que tengas esperanzas de que a lo mejor es algo que podría ayudarte (al fin y al cabo, casi todo lo que merece la pena al principio da miedo o genera dudas).
Existen algunos indicadores que pueden ayudarnos a tomar la decisión. En términos generales, si estás atravesando una situación o problema que te genera un sufrimiento (físico, emocional, mental o espiritual) muy intenso o mantenido en el tiempo, o si estás encontrando dificultades para vivir la vida que deseas, quizá la terapia pueda ser la herramienta que necesitas para romper el bloqueo y avanzar. Esperar demasiado para buscar ayuda psicológica puede agravar una situación que podría haberse resuelto con menor dificultad de haber sido atendida con antelación.
Pero no solo en estos casos es útil la terapia. También se trata de una poderosa herramienta si sientes que estás bien pero te gustaría perseguir metas importantes en tu vida, mejorar tu calidad de vida o la calidad de tus relaciones, aumentar tu rendimiento personal, reflexionar sobre aspectos de tu pasado que sientes que están “pendientes” o si crees que podría venirte bien la ayuda y el acompañamiento para adaptarte a un cambio importante en tu vida (que puede ser deseado: casarte, tener un hijo, cambiar de trabajo, mudarte de ciudad/país).
Algunos signos de alarma que podrían indicar la necesidad de buscar ayuda especializada son:
- Sensación prolongada de desesperanza, tristeza, apatía, desmotivación, desesperación, ideas de muerte
- Preocupaciones excesivas, pensamientos obsesivos o muy recurrentes, visión catastrófica o pesimista del futuro, sensación de estar "al límite"
- Alteraciones de la conducta alimentaria, preocupación excesiva por la figura y/o cambios de peso
- Comportamiento dañino para ti o los demás (beber demasiado alcohol, abusar de otras sustancias, conductas autolesivas, comportamientos agresivos hacia los demás...)
- Dificultades para sobrellevar las actividades diarias: no puedes concentrarte, todo supone un gran esfuerzo, tu rendimiento se ha visto afectado
- Problemas para relacionarte y comunicarte de manera adecuada con tus amigos, pareja o familia, o sentimiento de malestar en dichas relaciones
- Dificultades para disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria, miedos, dudas e inhibiciones en relación al sexo
- Alteraciones en el sueño: insomnio, pesadillas, parálisis del sueño, cansancio diurno
- Dificultades para gestionar tus propias emociones o sensación de falta de control sobre tus conductas. Cambios de humor drásticos o repetinos
- Falta de interés o disfrute por actividades que antes eran placenteras, evitación de las relaciones sociales, aislamiento
- Miedos, preocupaciones, fobias, ansiedad, pánico
- Sensación de vacío, incertidumbre, dificultad para centrar el pensamiento, crisis existenciales
- Dificultades de autoestima o de autoconcepto personal
- Has atravesado por situaciones traumáticas en el pasado que tienen una repercusión en tu vida cotidiana actual
¿Tienes dudas o preguntas?
Contacta conmigo por whatsapp para que pueda orientarte de manera más personal.
(puedes escribirme en cualquier momento del día, te responderé en horario laboral)
¿Has detectado que tienes un problema, situación u objetivo que podría ser un motivo para consultar al psicólogo? Ahora viene la parte más importante: buscar el profesional que pueda ayudarte a ti.
Dependiendo del motivo por el cual consultes, será importante determinar que la persona que te ayude tenga formación en ese área, así como también el grado de especialización y acreditación profesional. En España podemos distinguir 3 grados generales de formación y habilitación en orden ascendente:
- Licenciado o Graduado en Psicología: ha finalizado la carrera universitaria pero no tiene habilitación para proveer tratamiento psicoterapéutico.
- Psicólogo General Sanitario: Tras el grado ha realizado un máster de 1,5 a 2 años con prácticas supervisadas que habilita para ejercer la psicoterapia en el ámbito privado.
- Psicólogo Especialista en Psicología Clínica: Tras el grado, ha opositado y obtenido plaza para realizar la Residencia de Psicología Clínica (PIR) de 4 años de entrenamiento clínico supervisado en un Hospital Público del Sistema Nacional de Salud. Habilita para ejercer la psicoterapia y la psicología clínica en el ámbito público y privado.
Los psicólogos clínicos tenemos una amplia experiencia ayudando a personas con dificultades de salud mental, estamos entrenados en el establecimiento de relaciones terapéuticas sólidas y fructíferas, y contamos con una amplia formación en tratamientos cuya eficacia está contrastada científicamente.
La psicoterapia está lejos de ser una panacea, requiere un gran esfuerzo y dedicación, pero puedo asegurarte que la mayoría de las personas, cuando tienen el apoyo adecuado, son capaces de adquirir las habilidades necesarias para solucionar sus problemas y conseguir sus objetivos en un tiempo razonable.
¿Cómo es una terapia individual?
Las razones por las que surge un malestar no necesariamente son las mismas por las que se mantiene. La terapia que realizo está destinada a que mis clientes logren vivir una vida más consciente, autónoma y con significado. Tiende a ser breve y pragmática, y se basa en tres objetivos simples pero importantes:
- Descubrir cuáles son los elementos de tu vida que detienen tu progreso en el momento actual.
- Desarrollar herramientas que te permitan superar esas dificultades.
- Dar espacio para explorar las emociones y aprender a gestionarlas de manera efectiva.
Nos centraremos en crear una relación de confianza y colaboración mutua sólida para que podamos ir trabajando en tus objetivos, al ritmo que sea adecuado para ti.
Mi estilo terapéutico conjuga espacios de escuha, sostén y acompañamiento, junto con el desarrollo de recursos prácticos que podrás aplicar en tu vida diaria.
Preguntas frecuentes sobre terapia individual
Como punto de partida es importante tener algunas garantías respecto a la competencia y habilitación profesional del terapeuta en cuestión (por ejemplo: tiempo de experiencia y grado de conocimiento en tu problema en concreto).
No obstante, debemos recordar que la relación terapéutica es, además de profesional, una relación humana de confianza y colaboración. Por esta razón es importante que te sientas a gusto, que valores el grado de comodidad y conexión con el terapeuta.
Mi recomendación es tener en cuenta la cualificación profesional pero sin convertirla en el único criterio de elección. Tu intuición también es una importante fuente de información a la hora de tomar esta decisión.
Depende de cada caso y de los objetivos que se planteen. Algunas personas necesitan ayuda para resolver un problema de manera rápida y concreta, otros buscan un acompañamiento psicoterapeutico para una situación que se prolonga en el tiempo.
No puedo asegurarte una duración determinada, pero sí que diseñaremos el tratamiento en base a la eficiencia (mayores resultados en el menor tiempo posible), sin perder de vista tus necesidades y tiempos específicos.
Mi eje principal de trabajo es el modelo sistémico-relacional, que enmarca las vivencias individuales en el contexto de las relaciones que construimos con los demás, con nosotros mismos y el modo en que nos comunicamos.
A partir de ahí incorporo múltiples herramientas pertenecientes a otras corrientes teóricas (humanistas, terapia de aceptación y compromiso, técnicas narrativas, terapia conductual…) en función de la necesidad de cada persona y de la problemática en cuestión, resultando en un modelo integrador, pero con una fuerte base relacional.
La psicoterapia es una gran herramienta y suele ayudar a la mayoría de las personas, pero no es un método infalible y nadie puede asegurarte con absoluta certeza que resolverá tus problemas u objetivos (si alguien te promete algo así: ¡corre!).
Aun así, preguntar es una buena idea. Antes de dar cita me gusta mantener una pequeña conversación telefónica con los posibles clientes para que me comenten la razón por la que han decidido contactarme. En caso de que no sea yo la persona adecuada para ayudarle o que conozca recursos más especializados, les oriento en cómo obtener la ayuda que necesitan.
Las sesiones de psicoterapia suelen durar entre 50 y 60 minutos.
La frecuencia es flexible y se decidirá conjuntamente en función de la recomendación terapéutica y las preferencias o posibilidades del cliente.
No existe una frecuencia preestablecida y puede variar a lo largo del tratamiento en función de la necesidad del cliente y su evolución.
Haremos valoraciones periódicas sobre la eficacia de la terapia. Volveremos sobre los objetivos que habíamos propuesto y consideraremos en qué grado se están cumpliendo, si tenemos que hacer cambios en la estrategia o replantear objetivos.
Tengo por costumbre guardar ciertos espacios en los que podamos hablar acerca de si el espacio de terapia te está siendo de utilidad y de qué manera.
En Sanar la Trama, las tarifas son las mismas para todos los servicios de terapia:
- 90€ sesiones presenciales (Ibiza).
- 80€ sesiones online
Poniéndote en contacto conmigo directamente a través de cualquiera de los medios disponibles:
– mail: info@sanarlatrama.com
– teléfono o WhatsApp: +34 611 67 84 33